Las personas suelen dejar sus computadoras en suspensión en lugar de apagarlas, especialmente los usuarios de notebooks, puesto que las beneficia en la practicidad a la hora de volver a usarlas.
Si se suspende el equipo, cuando se vuelve a activar, el proceso de prendido es mucho más rápido que hacerlo si se apaga. Además, se encontrará todo lo que había quedado abierto, por lo que resulta más cómodo. Sin embargo, hay ciertos criterios que se deben tomar en cuenta para decidir qué opción es la que más conviene tomar. Además, expertos advierten que suspender por largos períodos de tiempo una computadora puede acarrear algunos riesgos para el equipo.
¿Conviene apagar o suspender la computadora?
La decisión depende del uso que se le vaya a dar al equipo, según el portal My Computer. Si el uso de la computadora será constante durante el día, pero con pequeñas interrupciones de una o dos horas, lo recomendable es utilizar el estado de suspensión en lugar de apagarla. En este estado, la memoria RAM seguirá funcionando, lo que permitirá reanudar rápidamente el uso del equipo.
Por otro lado, si planea utilizar la computadora por la mañana y no volver a utilizarla hasta la tarde o la noche, la opción más adecuada es utilizar la hibernación. Al activar este modo, la memoria RAM se apaga por completo, pero se guarda una copia en el almacenamiento con toda la información necesaria para restaurar el estado exacto de la PC cuando se inició la hibernación.
De esa manera, cuando vuelva a utilizar la computadora, esa copia será almacenada para reiniciar exactamente desde donde se la dejó, con los mismos programas y documentos abiertos. Es importante tener en cuenta que la hibernación no está habilitada por defecto en Windows 10, por lo que deberá seguir ciertos pasos para usar dicha función.
La tercera opción es que si solo va a usar la computadora en un momento específico del día y no volverá a utilizarla hasta el día siguiente o incluso dentro de unos días, lo mejor es apagarla. Aunque dejarla en suspensión tiene un consumo mínimo de energía, se produce un desgaste en los componentes, puesto que siguen funcionando a un nivel mínimo.
Finalmente, es importante destacar que dejar la computadora en suspensión durante varios días en lugar de apagarla puede ocasionar problemas graves, como pantallazos azules o la corrupción de datos. Esto se debe a que la memoria se encuentra en un estado de actividad mínima y retiene datos durante un tiempo demasiado prolongado, algo que no es compatible con su funcionamiento normal.
Riesgos de dejarla en suspensión por mucho tiempo
Cuando la computadora está en suspensión, no se realizan las tareas de mantenimiento y actualizaciones necesarias para mantener el sistema seguro y funcionando correctamente.
Al dejarla en suspensión por mucho tiempo, lo que se considera una “suspensión profunda”, las actualizaciones del sistema operativo y los parches de seguridad pueden no aplicarse y dejar al equipo vulnerable a posibles amenazas. Los hackers pueden aprovechar estas vulnerabilidades para acceder a datos personales, robar información confidencial o instalar malware en el sistema.
Otro peligro asociado con dejar la computadora en suspensión es el rendimiento. A medida que el tiempo pasa, los procesos en segundo plano pueden acumularse y resultar en una mayor lentitud, una falta de capacidad de respuesta de las aplicaciones y una disminución general del rendimiento de la computadora.