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Detenidos dos activistas de Just Stop Oil por vandalizar Stonehenge en protesta contra políticas ambientales

Dos activistas del grupo Just Stop Oil han sido detenidos tras rociar con spray naranja el monumento megalítico de Stonehenge, en una protesta dirigida contra las políticas ambientales del Gobierno británico y la falta de un debate sobre el cambio climático en la campaña electoral. El incidente, que ocurrió en plena cuenta regresiva para el solsticio de verano, ha generado condena generalizada tanto por parte del Gobierno como de la oposición.

Condenas desde el Gobierno y la Oposición

El primer ministro Rishi Sunak condenó el acto como «un desgraciado acto de vandalismo contra uno de los monumentos más importantes y antiguos del Reino Unido». Por su parte, el líder de la oposición laborista y ex fiscal general, Keir Starmer, calificó el incidente de «patético» y aseguró que los responsables enfrentarán «todo el peso de la ley».

Reacción de los Visitantes y la Policía

Varios visitantes que se encontraban en Stonehenge intentaron interponerse entre los activistas y el monumento neolítico, una de las principales atracciones turísticas del Reino Unido. La policía del condado de Wiltshire llegó al lugar a los pocos minutos y detuvo a los dos sospechosos, acusados de «causar daños» al milenario monumento.

Impacto en la Comunidad Científica

El guía local Sean Moran expresó su consternación a The Guardian, destacando el daño potencial a los líquenes vivos en las piedras de Stonehenge. «Hay líquenes vivos en esas piedras. Biólogos de todo el mundo vienen a estudiarlos. ¿Tuvieron eso en cuenta los activistas?», declaró Moran, subrayando el impacto científico negativo de este acto de vandalismo.

Historia de Just Stop Oil

Just Stop Oil es conocido por sus controvertidas acciones de protesta. En otoño de 2022, el grupo protagonizó un incidente en la National Gallery, donde salpicaron ‘Los Girasoles’ de Van Gogh con un bote de sopa Campbell, una acción que formó parte de una serie de intervenciones contra obras de arte en Europa, reclamando mayor acción contra el cambio climático. Estas acciones han tenido un impacto contraproducente en la opinión pública.

El incidente en Stonehenge subraya la tensión creciente en torno a las políticas ambientales en el Reino Unido y la frustración de algunos grupos con la falta de acción percibida. Sin embargo, este acto de vandalismo ha sido ampliamente condenado y es probable que los responsables enfrenten severas consecuencias legales.