Sin embargo, bien podría considerarse un incentivo para las familias que realizan esta labor, que hoy no es obligatoria. No tenemos que esperar quince años para proceder con medidas.
Una ambiciosa propuesta se plantea desde el Gobierno con la presentación de un proyecto de ley que busca reducir la basura orgánica que desechan los hogares en Chile. La iniciativa promueve la valorización de los residuos orgánicos y fortalece la gestión de los residuos a nivel territorial y busca que casi un 60% de lo que botamos en cada domicilio, que se estima se trata de residuos vegetales, sea reducido por los municipios en los mismos hogares.
De acuerdo con la información publicada en la Cámara Baja, el proyecto tiene como objetivo “reducir la cantidad de residuos que se eliminan, incentivando la disminución de su generación. También, fomenta su valorización a través de la instauración de obligaciones para el manejo diferenciado de los residuos orgánicos domiciliarios y el fortalecimiento de la planificación y la gobernanza de la gestión de residuos” para “promover su manejo ambientalmente racional, proteger la salud y mejorar la calidad de vida de las personas. Además, busca asegurar el cuidado, protección y regeneración del medioambiente”.
En caso de pasar exitosamente las diversas etapas en el Congreso, será implementado de manera gradual, con un plazo de 15 años para su funcionamiento ideal. Allí es donde los municipios tendrán una responsabilidad clave en la materialización de la legislación.
Las casas comunales deberán ofrecer sistemas de recolección puerta a puerta de los restos vegetales, así como la implementación de camiones especializados en el reciclaje de orgánicos. También se promoverá la entrega de composteras o vermicomposteras para los hogares, junto con el desarrollo de proyectos de compostaje a nivel comunitario o barrial.
Fuente: Diario Concepción