Productos a Granel: La Cara Oculta del Consumo Sostenible

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La creciente popularidad de la venta de productos a granel ha generado un debate sobre su verdadero impacto ambiental. Aunque inicialmente se promociona como una alternativa ecológica al envasado tradicional, la ausencia de etiquetas puede llevar a olvidos en cuanto a fechas de caducidad, aumentando así el riesgo de desperdicio. Sin un conocimiento adecuado de la cocina, muchos consumidores se ven obligados a improvisar, lo que puede resultar en la preparación incorrecta de los alimentos. Además, la tendencia de personalizar envases ha llevado a una compra excesiva de recipientes, lo que contradice el principio básico del granel: reducir el uso de plásticos y empaques desechables.

Recientemente, la inclusión de marcas reconocidas como La Vache qui rit en los supermercados ha revitalizado el ámbito del granel, sugiriendo que este método de distribución puede democratizar el acceso a productos sostenibles. Sin embargo, este fenómeno plantea interrogantes sobre la verdadera naturaleza de esta práctica: ¿realmente es sostenible? La efectividad del modelo depende de la habilidad de consumidores y distribuidores para adaptarse y manejar las funciones logísticas y de marketing que el empaque convencional solía cumplir, asumiendo así un rol protagónico en el ciclo de consumo.

El estudio sobre las dinámicas de consumo a granel ha revelado que existen dos formas en que las personas se apropian de las funciones del empaque: la asimilación, que implica replicar características del empaque tradicional, y la acomodación, donde se crean nuevos tipos de envases innovadores. Sin embargo, la falta de educación y conciencia puede resultar en prácticas poco higiénicas, como el uso inapropiado de envases reciclados. Este riesgo se ve exacerbado por la decisión de algunos consumidores de reutilizar empaques de forma poco segura, lo que en algunos casos puede derivar en peligrosas confusiones de productos.

La carencia de información esencial debido a la eliminación de etiquetado claro es otra cara oculta del granel. Algunos consumidores necesitan datos sobre almacenamiento o preparación que, al no estar disponibles, pueden llevar a que los productos acaben en la basura. A pesar de que la venta a granel se fundamenta en la reducción de residuos, este objetivo se ve comprometido cuando los consumidores, en su búsqueda por personalizar sus recipientes, compran nuevos materiales elaborados en lugares lejanos, contribuyendo así a un ciclo de desperdicio que contradice los principios del consumo consciente.

El crecimiento de la venta a granel ha experimentado altibajos, especialmente tras los cierres forzosos durante la pandemia de COVID-19. Aunque ha habido signos de recuperación, los consumidores continúan sin una guía adecuada para aprovechar al máximo esta modalidad de compra. La legislación reciente en Francia ha comenzado a reconocer la importancia del granel, promoviendo su integración en el comercio minorista al exigir que una parte significativa del espacio de ventas esté dedicada a este sistema. Sin embargo, para que la transición sea efectiva, es esencial implementar estrategias que acompañen a los actores del granel en su nuevo papel, garantizando así que este modelo realmente contribuya a un consumo más sostenible y responsable.