El 14 de noviembre en Belém, la COP30 inauguró uno de sus paneles más significativos titulado “Diplomacia Climática: Restaurando la Confianza para la Acción Climática”, en un contexto global donde la desinformación y el negacionismo climático se han vuelto predominantes. Este importante encuentro, celebrado en el Pabellón Ciencia para la Acción Climática, reunió a líderes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el IPCC, la Fundación MERI, y la Université Côte d’Azur. Los participantes fueron convocados para discutir cómo se puede reconstruir la confianza pública en la ciencia, un paso esencial para fomentar la acción climática efectiva en el mundo.
La Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo, subrayó la necesidad de que la diplomacia climática esté fundamentada en evidencia científica sólida y en la cooperación internacional. Este llamado es imperativo ante la creciente deslegitimación del conocimiento científico fomentada por la polarización y el negacionismo, como lo señala la OCDE. En este sentido, la presidenta ejecutiva de Filantropía Cortés Solari, Francisca Cortés Solari, enfatizó que el Sur Global tiene un rol crucial que jugar en la rearticulación del diálogo internacional centrado en la ciencia. «Sin confianza, la cooperación se fragmenta y la acción se paraliza», advirtió, destacando que restaurar la credibilidad científica es restaurar la esperanza para un futuro sostenible.
El panel también contó con la participación de varias figuras influyentes dentro de la diplomacia climática, incluidos Abdalah Mokssit del IPCC, Luciana Costa del BNDES, y Julio Cordano del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Mokssit abogó por un enfoque de divulgación que haga que la ciencia sea accesible a la ciudadanía, argumentando que sin una adecuada comunicación, no habrá avances significativos en la acción climática. Este consenso entre los panelistas resaltó la importancia de integrar una comunicación efectiva y colaboración entre diversos sectores para cerrar la brecha existente entre la ciencia y las políticas públicas.
Durante el evento, se reafirmó la misión del Pabellón Ciencia para la Acción Climática, donde convergen sectores de la ciencia, la filantropía, el sector público y privado, así como la academia, en busca de soluciones respaldadas por la evidencia. Coorganizado por instituciones de renombre como la OMM y el IPCC, este espacio se estableció como un hito para la representación de Chile en la COP30, enfatizando la necesidad de una plataforma donde se puedan discutir y desarrollar ideas innovadoras para combatir la crisis climática.
Filantropía Cortés Solari (FCS) juega un papel fundamental en este escenario, liderando un ecosistema de filantropía estratégica en América Latina con un enfoque en educación, ciencia y cultura. Su brazo científico, la Fundación MERI, se dedica a la investigación y conservación marina desde la Patagonia y la Amazonía. El compromiso de FCS con una diplomacia de confianza, que une ciencia, ética y cooperación, busca transformar la acción climática global, destacando la urgencia de actuar basado en la evidencia para abordar los retos actuales del medio ambiente.











